Sé que necesito llorar;
pero llorar mucho, intensamente,
vívidamente... llorar de adentro.
Hay tanto sentimiento acumulado,
feliz, triste, alentador, victorioso,
humilde, grandioso... y tan mío...
Yo sé que necesito llorar por los milagros logrados,
los que se hacen con la ayuda de grandes apoyos.
Tal vez sea una catarsis de amor,
tal vez una catarsis de pena, pero necesito llorar.
Llorar mucho y en ese llanto no parar,
como hace uno cuando se emociona tantas veces,
y se esfuerza al límite para no demostrarlo,
sino seguir hasta sacar afuera ,toda la angustia
buena y mala ,que en el aire se diluya, hasta liberarme.
¿De que sirve el vivir sin sufrir? ... ¿de que sirve el amar sin llorar?
Llorar la ausencia, llorar los logros,
llorar la hazaña, si es que hubo alguna,
llorar de alegría, sí hubo algunas.
Llorar, con sentimiento de verdades no dichas,
pero de lo que está impregnado
en mi corazón.
Llorar de júbilo y llorar de dolor.
Hacer un culto al llanto, tan contenido,
tan escondido , tan necesario, hacerlo aflorar.
Es difícil, pero necesito, hoy llorar,
por lo que pasó, y por lo que va a pasar.
Llorar por lo que logré y por lo que no;
llorar por que es un sentimiento íntimo y sublime...
Llorar mágicamente por que, si se entiende,
que es un acto de amor y purificación.
Quiero, y necesito llorar porque yo me lo pido
y quiero complacerme a mí mismo.
Tantas veces no lloré, que ahora quiero hacerlo,
con la intención, o con la necesidad del alma,
de reconstruirme y volver a crear ese universo
de esperanzas tan repetidas...
que hoy se hacen más auténticas y más simples.
Bienvenidas lágrimas sagradas...
bienvenidas a la paz de mi vida.
1 comentari:
He llegit i rellegit diverses vegades aquest post i et vull agrair el regal de descobrir-nos aquestes línies als que no les coneixiem.
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