diumenge, de setembre 2

JULIO VERNE

I aquí teniu l'últim reportatge que he fet per al programa de "Gente Viajera"... El vaig arribar a gravar 8 cops (no exagero) i avui no s'ha emès. Tota una desil·lusió que m'ha acabat de deixar un regust ben amarg de la meva estada a la ràdio. Això eren pràctiques... quina por que em fa el món laboral, mare meva!

Espero que vosaltres gaudiu del reportatge... (si no us fa pal llegir una bona estona, jejeje)

El “Viajero Ilustre” que hoy tenemos el placer de conocer un poco más a fondo es el autor de La vuelta al mundo en ochenta días, Cinco semanas en globo y muchas otras historias inolvidables que han deleitado a millones de lectores durant un siglo . Se trata de Julio Verne, un hombre que viajó más a través de su imaginación que físicamente, pero cuyas novelas transmiten una gran pasión por los rincones más insólitos de nuestro planeta.

Desde muy joven se consagró al estudio de la Geografía y fue su amor por los mapas y los grandes exploradores los que le llevaron a escribir sus obras maestras. Además, Julio Verne es reconocido por poseer una gran intuición para presentir y materializar en el campo de la fantasía muchas de las conquistas que la ciencia moderna alcanzaría con el transcurrir de los años.

El pequeño Julio vivió su infancia en la Nantes provinciana y marítima de la época. Sus primeros recuerdos fueron los veleros y las gabarras que subían y bajaban por el río Loira y el hermoso puente que unía las dos riberas, delante mismo de su casa.

Pero donde nació la pasión de Julio por conocer mundo y, para ello, ser marinero, fue en el caserón de sus abuelos. Un caserón grande y viejo con un desván donde se podían encontrar raros objetos y retratos de marineros barbudos y correspondencia de sus antepasados que hablaba de tierras y mares lejanos. No es extraño, pues, que criado en este ambiente, Julio quisiese embarcarse rumbo a tierras desconocidas y vivir las más emocionantes aventuras.

Verne, ya entrado en la veintena y después de pasar una alocada época bohemia en París y mantener agudas peleas con su padre, se instaló en Le Crotoy, un pequeño pueblo de pescadores en la bahía del Somme.

Esta bahía es un remanso de paz para los pájaros y muchos la consideran una de las bahías más hermosas del mundo por sus dunas salvajes y marismas. Julio Verne empezó a escribir con mayor tranquilidad. El mar le inspiraba, y a raíz de la aceptación de sus primeros relatos, creó la colección de novelas llamada: Los Viajes Extraordinarios. En Le Crotoy vuelve a la mente de Julio Verne el sueño infantil de cruzar el Atlántico.

Y logró cumplir con su gran deseo. En 1867 viaja a los Estados Unidos. Fue este, curiosamente, el viaje más largo que el autor emprendiera jamás ya que poco se movió de su Francia natal. En el lapso de una semana visitó Nueva York y las cataratas del Niágara, entre otros lugares que les causaron una impresión inolvidable y que aparecen repetidamente en su obra. Inspirado en los recuerdos de este viaje, publicará unos años más tarde la novela Una ciudad flotante.

El viaje a Estados Unidos y la incapacidad de resistir por más tiempo la llamada del mar que tiene cerca, le impulsa a comprar un pequeño velero que bautiza como Saint-Michel. Un velero que convertirá en una especie de gabinete flotante en el cual trabajará incansablemente.

Verne, siendo ya un escritor consagrado, se retirará al final de su vida a Amiens, preciosa ciudad al norte de París donde se encuentra la catedral gótica más grande de Francia, la conocida Nôtre Dame. En este período de tiempo se dará la mayor producción literaria de Verne.

La vuelta al mundo en 80 días lo catapultó a la fama mundial. El éxito de la obra y el suspense que generó en el público fue tal que no faltó quien le desafiara asegurando estar dispuesto a realizar el viaje en menos tiempo. Fue precisamente una periodista, llamada “Miss Bly”, reportera del periódico británico The Sun, quien, antes de la creación del ferrocarril transiberiano, logró su propósito e hizo la travesía en tres días menos que Phileas Fogg, recibiendo la efusiva e irónica felicitación de Verne. El escritor, en definitiva, no sólo había puesto de moda los viajes alrededor del planeta sino que había demostrado a sus contemporáneos de que el mundo ya era treinta o cuarenta veces más pequeño que a principios de ese siglo.

Para conocer los pasos de este maestro de la imaginación podéis desplazaros hasta la preciosa ciudad de Nantes, lugar de nacimiento de nuestro ilustre viajero, y realizar una visita guiada para revivir la ciudad en el siglo XIX. Una ciudad abierta a las grandes aventuras marinas y a la imaginación. Y también podéis visitar el museo de Julio Verne donde encontraréis manuscritos, maquetas y todo tipo de objetos que le evocan. O tambíen podéis ir a Tierra del Fuego, en el sur de Argentina, donde transcurre su novela El Faro del fin del Mundo, ... o las ardientes arenas del desierte del Sahara...o a las infinitas islas de los Mares del Sur.. o a las Selvas Africanas...o a la India....o a sus admirados Estados Unidos. ¡Casi es dificil encontrar un destino que no esté vinculado de una manera u otra con ese genial Viajero Ilustre!

1 comentari:

Cris Ruano ha dit...

no entenc per quin motiu no s'hauria d'emetre... :S